Todos deseamos vivir cuentos de hadas, en los que el "colorín colorado" no es un final, sino un "continuarán juntos", donde la magia es la unica herramienta importante en una historia irreal. Pero pensemos bien las cosas, hemos crecido, los cuentos que tanto pediamos que nos leyesen de pequeños están guardados en la vieja caja de cartón debajo de la cama, siempre que empezamos algo sabemos que aunque nos haga muy felices tendrá final y no uno feliz, sino de los que acaban en lagrimas y palabras tristes.
Ya nadie vendrá a decirte que tengas cuidado con el lobo feroz, ni siete enanitos nos enseñaran a cabar en las minas, nadie nos besará para despertarnos del echizo de ninguna bruja, ni nos buscará un principe para probarnos un zapato, ni nos crecerá la nariz si decimos mentiras, eso de nunca jamas solo quedará en los recuerdos de los niños perdidos que habitan en nuestra mente. Porque hemos crecido sin darnos cuenta y esas cosas que de pequeños adorabamos al llegar la noche, ahora los contamos para poner excusas.
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